A veces no hay palabras ni citas que puedan resumir lo que paso aquel día. A veces el día, simplemente... termina.

sábado, 15 de junio de 2013

Con el óxido del último otoño



¿Cuánto dolor se le puede provocar a alguien que sólo ve belleza en el mundo?
Alguien que cuando corretea entre la mugre parece que roza con sus alas de libélula las hojas de una superficie limosa plagada de nenúfares. Que en las manchas de óxido descubre el brillo de un metal cambiante en su hermosa decadencia de otoño. Que en el papel que flota olvidado sobre el aceitoso rio que fluye hacia la alcantarilla que engulle lo negro de nuestras ciudades adivina el viaje de Gulliver a mundos indómitos. Que con las migas que otros escupen señala caminos de ida hasta el vuelo de las palomas, que con los pétalos de las margaritas que se desojan con tristeza crea puntos para el libro en el que residen los pasajes más hermosos de la vida.

¿Cuánto dolor se le puede provocar a alguien que sólo ve belleza en el mundo?

¿Cuánta mezquindad hay que derrochar, cuanto despotismo, cuanta envidia se tiene que poseer, cuanta ira, cuantos celos deben anidar, cuanto poder se debe ejercer... para causar dolor a alguien que sólo ve belleza en el mundo?

¿Hasta dónde debe llegar el desgaste? ¿Se tendrán que podrir las sangres, consumir los cuerpos, avinagrar los rostros hasta la fealdad del que sólo ha vivido para demostrar que el mundo es un monstruo sin piedad para poder mostrarle al que solo ve belleza en el mundo que su vida es un sueño dentro de una pesadilla?

Ningún daño se le puede provocar; y acabará ese intento inútil con una muerte en la cloaca del despojo, ante la dulce mirada del que sólo viendo belleza en el mundo descubre en el interior de un puño crispado por la derrota: un puñado de migas tiernas, un abanico de pétalos y un papel donde se escribió un poema con el óxido del último otoño.


martes, 4 de junio de 2013

Qué hermoso


A David.
''Nada hay tan sublime como ser uno mismo incluso a pesar de uno mismo''
-C.Blacksmith-

la verdad es una fusilamiento
tiene a un hombre contra un muro
y al resto del mundo armado frente a él,
qué hermoso poder ser el hombre

qué hermoso poder reír la muerte como se llora la vida
qué paisaje interior fecundo se abre camino
revienta el pecho mostrando sus raíces
enreda sus verdes ramas en las rabias del escándalo

qué hermoso exudar la bilis del secreto
en cada grito hercúleo
cerrando la boca a las ranas que croan
rumores vestidos de harapos negros

qué hermoso destrozar el entresijo
desmembrar todas sus partes
como el niño que rompe un juguete
intentando encontrar su alma

qué hermoso ser la transparencia
qué hermoso ser lo cristalino
qué hermoso andar desnudo
ante las saetas de los que visten armaduras